jueves, 28 de agosto de 2008

REPRODUCCION SEXUAL DEL OSO PANDA




Animales solitarios, los Pandas se emparejan solamente durante la época de celo y las hembras, después de un embarazo de cinco meses, alumbran normalmente un solo cachorro. Estas se ocupan de su cuidado y alimentación y permanecen junto a sus crías durante bastante tiempo. La madurez sexual la alcanzan cerca ya de los diez años, lo que trae como consecuencia una tasa de natalidad bastante baja. Situación que se agrava ya que las hembras son fértiles solo durante tres días en el año.



La provincia de Sicuani, en China, es el hogar de las dos reservas de pandas más extensas del mundo. Aunque son un centro importante de turismo, principalmente son centros de investigación, donde científicos chinos e internacionales trabajan codo con codo para evitar que se extinga.
Tanto en su hábitat natural como en cautiverio, los pandas tienen muchas dificultades para reproducirse por sí solos.




Muchos pandas machos, parece ser, no cumplen sus tareas de reproducción, hecho que se ha convertido en un gran problema ya que las hembras sólo son fértiles tres días cada año. E incluso cuando tienen éxito, los recién nacidos son tan pequeños -a veces más pequeños que una mano de humanos- que deben dar una larga lucha para sobrevivir. Así, pues, los científicos han pasado años ayudando a los pandas a ayudarse a sí mismos.



Un caso resulta ilustrativo. El panda macho Gao Gao, de 11 años, y la hembra Guo Guo de 5 fueron apareados, pero, tal como se esperaba, la tentativa no dio buenos resultados. Entonces, los profesionales sedaron a Guo Guo y le practicaron inseminación artificial.



martes, 26 de agosto de 2008

LA REPRODUCCION DE LOS INSECTOS

Los insectos se reproducen con mucha facilidad. ¡Y de dos maneras, como si con una no les bastara! Algunos son ovíparos, es decir, se reproducen por huevos. Otros son ovovivíparos, que suena casi igual, pero que es distinto: el huevo se queda dentro del cuerpo de la hembra hasta que el insecto se desarrolla por completo. El número de huevos que puede poner un insecto es variable. Una mosca común, por ejemplo, llega a poner hasta novecientos.

Lo más asombroso de los insectos es el proceso de cambios que experimentan en su crecimiento: la metamorfosis (M: 1-4).











Ésta puede tardar días, e inclusive años en algunas especies. En general se desarrolla así: del vacilo (1)














nace una larva (2) de gran apetito. Con el tiempo, la larva va cambiando sucesivamente de piel,











hasta que comienza a segregar un hilito con el que se envuelve y se adhiere a las hojas formando su capullo (3).










Por fin, el insecto sale de su "escondite" transformado en ninfa, generalmente con alas. Ya en la última fase de la metamorfosis, la ninfa se convierte en adulto (4) al tomar las características de su especie.









Hay tres tipos de metamorfosis, según los cambios que sufre un insecto: directa, gradual y completa.







En la directa (d), la larva nacida del huevecillo es muy semejante a lo que será el insecto adulto. Lo único que cambia en su desarrollo es la piel. En el caso de la metamorfosis gradual (g), el cambio más importante sobreviene después de pasar por el estado de ninfa; las libélulas, por ejemplo, cuando son ninfas todavía no tienen alas pues las adquieren en su estado adulto.




Y la metamorfosis completa es aquélla por la cual el insecto cambia todos sus órganos y su aspecto, como ocurre con las mariposas y los escarabajos; así, de una insignificante larva que se pasea por una hojita, puede surgir una mariposa llena de colores.
¿Tendrán los pequeños insectos alguna defensa para sobrevivivr en un mundo de seres más grandes que ellos? Claro que sí, y muchas por cierto.
Algunos adaptan su forma o cambian de color para confundirse entre las hojas o los troncos de los árboles.












También hay insectos que muerden al ser atacados, y otros que emplean sus aguijones, como las abejas.
Las hormigas rojas, si se las molesta, arrojan un ácido que irrita la piel de su enemigo.










Se podria decir que insectos, carne, materia en descomposición, basura o madera.
También existen insectos parásitos, ¡muy peligrosos!, que se alimentan de la sangre que chupan de los animales y del hombre, como las chinches y los piojos, que a menudo son portadores de graves enfermedades. Ciertas moscas inoculan sus huevos bajo la piel de las personas, y sus larvas se alimentan de la sangre y la piel.







El apetito de algunos insectos no tiene límites, como el piojo de los libros. Una colonia de estos pequeños "hambrientos de cultura" puede almorzarse una biblioteca en un dos por tres. Y ya te deben haber platicado de las marabuntas, las temibles hormigas de África y del Amazonas; un "regimiento" de ellas es capaz de devorar un caballo vivo. Larvas, como las del "escarabajo de San Juan", se pasan tres años debajo de la tierra antes de convertirse en ninfas, y se dan verdaderos atracones de hongos y raíces.












Como puedes apreciar, el mundo de los insectos da para todo. Hay insectos que son útiles para el hombre y otros decididamente dañinos. Nos prestan sus buenos servicios: la abeja con su miel, las larvas de ciertas mariposas con su seda (S), las mariquitas que destruyen a los pulgones asoladores de cosechas y tantos otros.













Además, la mayoría de los insectos contribuyen al equilibrio y desarrollo de la naturaleza.






Algunos participan en la polinización de las plantas (P),
y otros nos sirven de alimento, como los gusanos del maguey, los chapulines y los famosos "jumiles".








jueves, 21 de agosto de 2008

Animales Sexuales

Reproducción de Animales Sexuales

La reproducción sexual o gámica constituye el procedimiento reproductivo más habitual de los seres pluricelulares. Muchos de estos la presentan, no como un modo exclusivo de reproducción, sino alternado, con modalidades de tipo asexual. También se da en organismos unicelulares, principalmente protozoos y algas unicelulares.
Se puede definir de tres formas, aceptadas cada una por diversos autores.
  • Reproducción en la que existe singamia (fusión de gametos).

  • Reproducción en la que interviene un proceso de meiosis (formación de gametos haploides).

  • Reproducción en la que interviene un proceso de recombinación genética (descendencia diferente a la parental)

Clasificación
Las características morfológicas y funcionales de los gametos permiten diferenciar dos formas de reproducción sexual: isogámica (tipo de reproducción sexual en la que intervienen gametos morfológicamente iguales, la transmisión hereditaria es por via materna).
La reproducción sexual isogámica se observa en algunas algas, hongos inferiores y protozoos. En este tipo de reproducción, los gametos tienen el mismo tamaño, idéntica forma externa y la misma fisiología. Por ello no es posible denominarlos gameto masculino y femenino, por lo que se emplean los símbolos + y - en función de su comportamiento.
La reproducción sexual anisogámica o heterogámica es la más frecuente, y la utilizan la mayoría de los organismos pluricelulares. En ella, los gametos se diferencian tanto morfológica como fisiológicamente. Uno de ellos es diminuto y móvil, recibiendo el nombre de gameto masculino o microgameto mientras que el otro es grande y sedentario y se denomina gameto femenino o macrogameto. Actualmente con la nueva nomenclatura al microgameto se le conoce como espermatozoide y al macrogameto, óvulo.

Ventajas e inconvenientes

La reproducción sexual presenta con respecto a la reproducción asexual ciertas desventajas, entre las que destacan: un mayor gasto energético en la búsqueda y lucha por conseguir pareja, una menor rapidez en la reproducción y un menor número de descendientes, entre otras.
Por el contrario tienen la ventaja biológica de promover la variación genética entre los miembros de una especie, ya que la descendencia es el producto de los genes aportados por ambos progenitores, en vez de ser una copia genética. Cuanto mayor es la variabilidad genética de una población, mayor es su tasa de evolución; una población con cantidades considerables de variabilidad genética puede protegerse frente a futuros cambios ambientales, ya que si éste cambia puede existir una forma minoritaria que salga favorecida con ello; cada generación expone nuevas combinaciones alélicas a la selección natural.



Animales Asexuales.









La reproducción de los animales Asexuales.



Reproducción Asexual:


La reproducción asexual, también llamada reproducción vegetativa, consiste en que de un organismo se desprende una sola célula o trozos del cuerpo de un individuo ya desarrollado, son capaces de formar un individuo completo genéticamente idéntico a él. Se lleva a cabo con un solo progenitor y sin la intervención de los núcleos de las células sexuales.


Reproducción asexual en animales


La multiplicación asexual sólo se presenta en aquellos animales cuyas células conservan aún la totipotencia embrionaria, es decir, la capacidad no sólo de multiplicarse, sino también de diferenciarse en distintos tipos celulares para lograr la reconstrucción de las partes del organismo que pudieran faltar.
Como la totipotencia embrionaria es tanto más común cuanto más sencilla es la organización animal, no obstante, ésta tiene lugar en esponjaes
, celentéreos, anélidos, nemertea, equinodermos y también en los estados larvarios y embrionarios de todos los animales.
Las modalidades básicas de reproducción asexual son:


La gemación:
es un tipo de reproducción asexual. Es una división desigual consistente en la formación de yemas sobre el individuo progenitor, que al crecer y desarrollarse originan nuevos seres que pueden separarse del organismo parental o quedar unidos a él, iniciando así una colonia.
A nivel unicelular, es un proceso de mitosis asimétrica que se da en algunos seres unicelulares, como las levaduras.
A nivel pluricelular, este tipo de reproducción es frecuente en los cnidarios, briozoos y esponjas.
En el caso de seres unicelulares, se forma un abultamiento que se denomina yema en cierta porción de la membrana plasmática. El núcleo de la célula progenitora se divide y uno de los núcleos hijos pasa a la yema. Bajo condiciones favorables, la yema puede producir a la vez otra yema antes de que se separe finalmente de la célula progenitora.


La fragmentación
o escisión: es un método de división asexual animal. El "padre" se divide en dos partes y casi siempre los individuos originados son identicos al padre.


La bipartición: es una forma de reproducción asexual que se lleva a cabo en bacterias, levaduras de fisión, algas unicelulares y protozoos.


La esporulación o esporogénesis: es tanto un tipo de reproducción mediante esporas, como el término utilizado para designar la formación (esporogénesis) y liberación de esporas.



Ventajas e inconvenientes de la reproducción asexual:


La reproducción asexual en animales tienen sus ventajas y sus desventajas.
Entre las ventajas biológicas que conlleva están su rapidez de división y su simplicidad, pues no tienen que producir células sexuales, ni tienen que gastar energía en las operaciones previas a la fecundación. De esta forma un individuo aislado puede dar lugar a un gran número de descendientes, por medios como la formación asexual de esporas, la fisión transversal, o la gemación; facilitándose la colonización rápida de nuevos territorios. Así, algunos organismos se reproducen asexualmente cuando los condiciones ambientales son favorables, mientras que lo hace sexualmente cuando son adversas.
En cambio, presenta la gran desventaja de producir una descendencia sin variabilidad genética
, clónica, al ser todos genotípicamente equivalentes a su parental y entre sí. La selección natural no puede "elegir" los individuos mejor adaptados (ya que todos lo están por igual) y estos individuos clónicos puede que no logren sobrevivir a un medio que cambie de modo hostil, pues no poseen la información genética necesaria para adaptarse a este cambio. Por lo tanto esa especie podría desaparecer, salvo que haya algún individuo portador de una combinación genética que le permita adaptarse al nuevo medio.